Incesante desfile de fieles ante la humilde y austera tumba del papa Francisco

Sobre su tumba de mármol blanco, humilde, sencilla, hay una rosa blanca, su flor preferida, vinculada a santa Teresita de Lisieux. Y centenares de personas hacen fila para ir a rendirle tributo, sacar una foto, dejarle una flor

 

 

Al día siguiente del impactante y solemne funeral y del traslado en papamóvil blanco y posterior sepelio en la Basílica de Santa María la Mayor, el barrio del Esquilino -donde se encuentra la embajada argentina ante Italia y cercano a la estación de trenes de Termini-, se volvió la meta de peregrinación de cientos de personas que quieren rendirle tributo a la humilde tumba del papa Francisco.

Ya antes de que a las 7 de la mañana se abrieran las puertas de la Basílica pontificia, que es una de las iglesias más antiguas de Roma, construida para honrar a la Virgen después de que en agosto hubiera habido una nevada mágica, muchísimas personas se encontraban allí, haciendo fila para entrar a rendirle homenaje al papa de la gente.

Al mediodía de otra jornada de un sol que empieza a pegar más fuerte, miembros de la protección civil preguntaban a quienes se ponían en la fila si habían comido o tomado agua, porque los tiempos de espera para entrar podían ser largos: mínimo, dos horas.

Related posts